Come on!

28 de julio de 2012

Smp14.

Los amores pueden ir y venir, pero los amigos no. No anuncia su llegada, simplemente llega. Y no se va nunca. Un amigo no te deja en banda, no especula si le conviene estar o no contigo, un amigo está, y siempre al pie del cañón. Tus problemas son los suyos, y sufre contigo. Un amigo viene cuando todos se han ido. Es capaz de levantarte aun no teniendo fuerza ninguna. Siempre me recuerda que soy fuerte, que he podido y que puedo con todo. No necesita palabras para darme su apoyo, con un simple abrazo te demuestra que está ahí, que siempre lo ha hecho. Podemos ir y venir, podemos gritarnos, pelearnos una y mil veces, pero la amistad va mucho más allá de eso. Sé de sobra que sin ella nada sería lo mismo, que siempre me faltaría algo a lo que aferrarme. Una parte de mi se iría con ella, estoy segura. Hoy por ti, mañana por mi. Como siempre ha sido. Así que... 
gracias mejor amiga.

25 de julio de 2012

BFF

Es difícil perder a un amigo. Es complicado ver como esa persona es capaz de hacer su vida sin que tú estés en ella. Pero lo que si es jodido, es perder a un mejor amigo. Es difícil ver como día a día la confianza iba a menos. Saber que algo no iba bien después de todas las peleas superadas, y ese 'empezamos de 0'. No. No fue suficiente. Y si hay algo peor, es que esa persona te lastimara, que por una cosa u otra, dejara tu confianza hecha añicos. No la confianza en esa persona, si no en ti misma. En hacer que andes con un pie por delante de los demás, haciendo responder antes de tiempo, porque piensas que la otra persona, piensa igual que ella. Adelantarte a los movimientos del otro, a sus ideas. Equivocandote. Chocandote una y otra vez con la misma piedra. Y seguir sin aprender. Lastimando a los demás con tus ideas absurdas, por hacer a los demás desconfiar de ti, como lo hacia esa persona. La cosa es que esa persona me ha otorgado el don de cagarla, y bastante bien además, ya que por adelantarme a las cosas, me pierde la boca.

13 de julio de 2012

You're one in a million!

Cuando casi estas tocando una de tus metas. Cuando parece que vas a empezar a volar, alguien te quita las alas. Te sientes fuera de todas las posibilidades, te has quedado desesperanzada. Y entonces es cuando empiezas a envidiar a toda esa gente que va a cumplir sus sueños por ti, que ellos si van a poder alcanzar la meta. Su meta. Tu meta. La meta que no te han permitido conseguir. En ese momento te replanteas las posibilidades que tienes para lograr lo que quieres. Para alcanzar esa meta. Una entre un millón. Deseas con todas tus ganas ser esa una, destacar entre todos los demás. Y ahí vuelves a sentir esa envidia, envidia del que ha sido la excepción a todos los demás, de ese uno entre un millón. 
Sentir envidia es creer que uno tiene derecho a algo, que la vida nos debe algo y que es injusto que nos lo niegue. Pero la vida no nos debe nada, tenemos todo aquello por lo que hemos luchado. Y por todo lo demás, por lo que de verdad queremos hay que luchar. 

Ahí, la envidia se convierte en deseo, y el deseo en motor.

9 de julio de 2012

Atrevete a decir que la perfección no existe.

Pero atrevete a decirlo cuando te mire a los ojos y te saque una sonrisa, que no sepas que decir, y automáticamente te responda con un beso. Que te haga rabiar simplemente para abrazarte y decirte 'No te enfades, que era broma'. Que te hable a todas horas para recordarte que te echa de menos, que no deja de pensar en ti, y que ni te imaginas las ganas que tiene de verte. Que te mire y no te diga nada más. Que te vuelva totalmente loca, haciendo que no digas nada más que tonterías. Tonterías que le hacen sonreír mientras te mira de reojo y te dice '¡pero mira que eres pava!', y que una vez más, sonrías tu también. Hazle rabiar un poco, abrazale, dale un beso, y lo verás de nuevo sonreír. Intenta mantenerle la mirada durante 5 segundos sin sonreír, sientate a su lado y procura no tener el pulso como a mil por hora... que no te entre esa taquicardia. Si no te enamora de la manera en que lo ha hecho conmigo, si no sientes esas mariposas en el estomago... entonces, atrevete a decir que la perfección no existe. 


ETERNO 9.