Come on!

6 de marzo de 2013


Nada cierto, nada nuevo, nada más que lo que quieras escuchar en un pequeño instante, en un momento de debilidad. El mismo error constante, un paso adelante y dos atrás, la misma piedra en un camino del que no veo el final. Mientras seguimos como ayer, huyendo de una realidad a la que no le caigo bien, o es ella la que me cae mal. Riendo para olvidar, llorando por necesidad

5 de noviembre de 2012

Tienes lo que quieres, pero no lo que quizá necesitas.

Otro día que pasa, y todo sigue intacto. Todo parece estar en su lugar. Todo menos yo. No se por qué razón ni qué motivo, pero no me encuentro en ningún lado. Llevo ya un tiempo tirando de recuerdos para poder seguir adelante, para tener algo por lo que sonreírle al mundo. Cada día me llegan viejas imágenes a la mente, y no puedo evitar sentir lástima por aquellos momentos que seguramente no se volverán a repetir. Y sí, yo elegí separarme de aquellos momentos, decidí tomar otro camino, y no me arrepiento, pero a pesar de ello, eran buenos tiempos. Eran viejos amigos con los que hoy apenas cruzo palabra, y eso últimamente, me duele. Me duele porque por muy bien que me haya podido ir, nunca lograré saber que hubiera pasado si nunca me hubiera separado de aquellos momentos. 

19 de octubre de 2012

De las palabras del ayer queda mucho todavía que aprender.


No he podido más, he estallado. He visto miles de lágrimas resbalando por mis mejillas y no había remedio para poder pararlas. He intentado encontrar respuesta a miles de preguntas, pero no lo he conseguido. En ese momento han pasado por mi mente un millón de cosas; recuerdos, fotografías, sentimientos, sueños, personas...todo. Cada vez me iba derrumbando más y más hasta creer que había desaparecido, que desde un principio eso fué lo que deseaba. Supongo que todas las personas tienen sus pequeños problemas, que siempre se solucionan. Pero los míos permanecen en el mismo sitio donde empezaron, y cada vez a más. Esto ya no es normal, no sé si era un momento de desesperación o un problema en serio. Van pasando los días y nada cambia, todo permanece intacto. Y yo, cada vez peor. 
Como siempre, no digo nada... para no molestar. Todo va guardado en mi interior. Lo único que necesitaba era una persona, sí, una persona en la que poder desahogarme sin miedo al 'que dirá' , que por supuesto me comprenda y que fuera capaz de decir: 'te conozco, sé que no estás bien' aunque lo negara por encima de todas las cosas. Y como una y otra vez ha pasado, han aparecido quienes menos he esperado, quien hace un año ni se me cruzaba por la cabeza tener a mi lado, porque ni siquiera sabia sus nombres. Es curioso que cierta gente me demuestre que puedo de verdad confiar en ellos en dos días, y no la gente que siempre he pensado que tenía a mi lado. Cómo gente que en la vida he conocido, sea capaz de darme su hombro para llorar, sin juzgarme, sin preguntas, simplemente ahí han estado, escuchando. Y es ahí donde me doy cuenta una vez más que nada es lo que parece, que nunca lo ha sido, y que la gente como yo no cambia, ni mañana, ni nunca. Porque somos así. Abrimos los brazos a gente que al final ni lo merece, y que por mucho que pase, por muchas  peleas que perdamos, esa gente siempre tendrá ese huequecito dentro de nosotros, que nunca nada ni nadie será capaz de ocupar... nadie.

10 de octubre de 2012

Intentando negar lo evidente.

Esa sensación otra vez, la he vuelto a sentir, la sensación de querer a alguien y no tenerle, ha vuelto. No soy capaz de aceptarlo, no quiero aceptarlo, me niego a sufrir otra vez. Me niego a pasarme el día pensando en lo que podría pasar, y no pasa, a estar pendiente del móvil por si me hablaras, a buscarte y pensarte cada vez que puedo, me niego a esperar a que me hables, porque si lo hiciera yo resultaría pesada. No quiero estar pendiente de cuándo te conectas, de cuánto hace de ello y de por qué no me dijiste 'Hola fea' como cierta vez has hecho.
Me niego a hacerme ilusiones de nuevo y a chocar con la pared por culpa de mi inocencia, una vez más. Es por eso que no quiero aceptarlo. Negar lo evidente me evita sufrir, porque no quiero aceptar la realidad de los hechos... que no te tengo conmigo.

22 de septiembre de 2012

Hace tiempo que todo ha dejado de ser lo mismo. No se si soy yo, o son los demás, pero nada es igual. Me encuentro sola aún rodeada de gente. No se que hacer, que decir; siquiera que decir. No se en quien confiar, y menos aún a quien acudir. No se quienes son mis amigos, ni quién me considera a mi como tal. Paso las noches intentando comprender por qué. Ha sido todo tan deprisa que no me ha dado tiempo a prepararme para la caída. Lo único que se es que he caído, con motivos o sin ellos; lo he hecho.

30 de agosto de 2012

Come closer.

Siento el impulso de decirle que lo quiero a cada minuto. Miento, a cada segundo. Y eso me gusta y me asusta a la vez pues yo nunca he sido de esas chicas empalagosas que no paran de decir cuánto quieren a todo el mundo. Yo siempre he sido de esas chicas calladas, que sueltan un te quiero de vez ocasional. Y ahora parece que todo lo que he callado lo estoy convirtiendo en amor para darselo a él. Y le daré todo lo que tenga pues él me lo devuelve. Y no sé si saldrá bien o saldrá mal. No sé si es real o si es ficticio. Lo que sí sé es que quiero vivirlo.

14 de agosto de 2012

No te preocupes, el peor día de tu vida solo durará 24 horas.

Siento decir que este verano no es el que estaba en mis expectativas, no resulta ser el verano que cualquier persona recuerda toda su vida. Han sido dos meses en los que siento que he perdido el tiempo, que no he aprovechado todo lo que podría hacer y que no he hecho. Ha sido el verano en el que me he dado cuenta de cuanto han cambiado las cosas últimamente, y de como eso me puede llegar a afectar. Hoy resulta ser el día en el que ni yo misma me soporto. No he hecho más que hacer enfadar a la gente que tengo ahora mismo a mi alrededor, y eso no me hace sentir bien para nada. Me paso las noches mirando al ordenador, observando como el me mira a mi. Echando de menos miles de los momentos que he pasado, y que parece que no volveré a pasar. Pienso demasiado, me monto historias que quizá nunca lleguen a ocurrir, o quizá si, y es eso lo que me asusta. No quiero despertarme en un tiempo y darme cuenta de que todo lo que un día resultó ser una pesadilla, esta pasando de verdad. Tengo el consuelo de que siempre he sabido levantarme, una y otra vez, como si nunca me hubiera caído. He salido adelante sin ningún rasguño. Soy de las que van con la cabeza bien alta, para que no se les caiga la corona. Siempre lo he dicho. Pueden tacharme de prepotente, yo lo llamo tener confianza en uno mismo como para no dejar que nadie te quite las ganas de seguir luchando.